«No existen las personas malvadas. Sólo aquellas que persiguen sus propios intereses.»
Y eso no puede considerarse como una falta atroz que atenta contra toda benignidad.
O sí y simplemente soy una tonta ingenua.
Total, no he llegado ni siquiera a los comienzos de mi segunda década y ya me jacto de poseer una hipótesis de medio siglo.
Vidas pasadas, resumo.